viernes, 7 de febrero de 2014

De la soledad del marchador

Les voy a poner en situación (y a partir de ahora permitir que os tutee que ya sois de la familia);

Un día entre semana, cualquiera, 20:30 o 20:45, en las pistas de atletismo del Polideportivo Artunduaga de Basauri. Borrascas continuas están azotando la costa cantábrica, lluvia racheada golpea el tartan de manera continua. Por la recta de meta, por la calle 2 como marcan las normas de las instalaciones, un atleta con gorra aguanta la racha de viento y agua en una interminable serie. La disciplina: la Marcha Atlética.

Al inicio de la ultima vuelta de la serie, podría ser de 800 m o 1000m o 2000 m, ve por la puerta de acceso a la pista asomar una cabeza, entonces inicia una cuenta atrás de 10 y al terminar........... Plassss adiós luces de las torretas, solo quedan encendidos los focos halogenos de la grada; La contrameta a oscuras al igual que gran partes de las curvas. Y aun quedan dos o tres series mas.

Las normas, esas que hay que respetar siempre por todos, y la austeridad dicen que si no quedan atletas en la pista se apaguen los focos de las torretas.

Y ahí quería llegar yo, a esas horas y esas condiciones climatologías, solo hay una atleta que esté, un solitario marchador.

Por mi cabeza, ya es hora de personalizarlo, pasan muchas cosas sobre todo en la oscuridad de la contrameta; una de ellas es como se me ocurre, tras diez horas mínimas de trabajo, no irme a mi casa con mi familia. Pero que queréis que os diga me encanta esos momentos de soledad, en las peores condiciones, sin gente a mi alrededor, ni las voces del ajetreo diario del trabajo. Solo la pista y mi crono, compitiendo conmigo mismo, enfadándome por mis fracasos y exigiéndome mas con mis triunfos.

Me encanta pensar que soy el único capaz de estar ahí a esas horas y en esas condiciones

La verdad que eso no es nuevo para mi, creo que nunca he tenido compañeros de entrenamiento, marchadores me refiero, excepto en dos ocasiones; una cuando empece como cadete y salí de la Escuela de Atletismo y había dos chicas mayores haciendo marcha, pero lo dejaron; y en la actualidad cuando mi compañera por horarios entrena conmigo. Por lo demás siempre solo.

La verdad es que también me lo tomo como un entrenamiento, ya que en muchas competiciones siempre estas solo y tienes que estar acostumbrado a ello.

Bueno ahora ya conocéis un poquillo mas de mi.